La cebolla, en sus diferentes variedades, está muy presente en la gastronomía de España y de muchos países alrededor del mundo. La encontramos blanca y cruda en ensaladas frescas, morada para acompañar unos tacos o caramelizada en una hamburguesa de forma habitual.
Hasta ahí todo es disfrute. Pero, ¿qué pasa cuando te gusta cruda y picadita? La cosa se puede complicar y la irritación de los ojos suele ser habitual. Estamos seguros de que habrá quien diga que no llora con ninguna película, pero seguro que pocas personas, o ninguna, puede afirmar que cortó una cebolla y salió con los ojos intactos.
¿Por qué lloramos al cortar cebolla?
Si te has preguntado la razón de esa reacción, la ciencia tiene la explicación. Básicamente, al cortar la cebolla se libera un gas que contiene azufre y que al contactar con la humedad del ojo se convierte en ácido sulfúrico. ¿Y cómo reacciona nuestro cuerpo para protegerse? Con agua en forma de lágrimas para expulsarlo.
Aunque puede causar problemas y sufrimiento, parece que quitar la cebolla de la dieta no es la solución. Así que te damos algunas opciones para que sigas disfrutándola sin llorar:
- Colocándote unas gafas protectoras
- Picando rápido la cebolla como si fueras un chef profesional
- Comprando la mezcla de patata y cebolla para tortilla de Yatecomeré
Las tres propuestas te pueden funcionar, pero la mejor es la última, ya que, con esa pequeña bolsa, ganarás tiempo y ahorrarás lágrimas porque no tendrás que cortar la cebolla. Y si eres de los que no le gusta la tortilla con cebolla, tampoco pasa nada. También hay alternativa para ti.
Así que ya sabes, si quieres disfrutar al máximo sin perder tiempo en la cocina, Yatecomeré te ayuda. Y para acompañar el menú, arrímale unas croquetas y ensaladilla y nadie se querrá perder las fiestas en tu casa.